Los 4 elementos del hip-hop son los cuatro pilares sobre los que se asienta esta corriente urbana: el MC, el b-boying, el graffiti y el DJ.
Desde los inicios del hip-hop, en la década de 1970, el DJ ha sido quien pinchaba la música en reuniones y fiestas, el graffiti ha sido la parte más artística (y perseguida) de esta subcultura, el b-boying ha sido y es un baile con movimientos algo complejos y transgresores, y el término MC se ha reservado a los maestros de ceremonias (ahora, los MC son los raperos).
A continuación, destacaremos las características de cada uno de los 4 elementos del hip-hop de manera detallada:
En origen, un MC era el maestro de ceremonias que amenizaba fiestas y reuniones. De hecho, la abreviatura MC viene precisamente de las palabras ‘master of ceremonies’. Mientras que el MC animaba la fiesta, el DJ (Disc Jockey) pinchaba diferentes estilos de música con los que simpatizaba la comunidad hip-hop.
Actualmente, el movimiento hip-hop utiliza el término MC para referirse a esos artistas que realizan una música rebelde y contestataria, con letras que llegan a ser verdaderamente punzantes: los raperos. El rap es uno de los principales estilos musicales de la cultura hip-hop, aunque no es el único.
Entre los MC más importantes de la historia del rap están Tupac Shakur, Eminem, Eazy-E, Jay-Z o Nicki Minaj.
El DJ, como ya hemos indicado, es aquella persona que pincha música en una fiesta o en un club. Uno de los DJ más importantes del movimiento hip-hop es el jamaicano-estadounidense DJ Kool Herc. En sus inicios, Kool Herc llevaba a cabo sus sesiones de DJing inspirándose en la música jamaicana, en la que el principal protagonista era el dub (un estilo de música electrónica que surgió a partir de la experimentación con música reggae). Debido a esto, el DJ jamaicano-estadounidense creó una manera de alargar las partes instrumentales o de percusión de los discos (conocidas como ‘break parts’). Para ello, Kool Herc utilizaba dos discos iguales y un mezclador de audio.
A día de hoy, el DJing se basa en el ‘turntablism’, que es el arte de arreglar o crear música mediante efectos de sonido y manipulación de las rutinas de rotación y lectura de los discos de vinilo sobre un plato giradiscos. Entre las técnicas más conocidas del ‘turntablism’ se encuentran el ‘scratching’ (estrechamente vinculada con el hip-hop) y el ‘beat juggling’.
Los b-boys ordenan cómo ha de moverse el hip-hop desde la década de 1960. Este baile callejero que forma parte de los 4 elementos del hip-hop surgió en Nueva York (en distritos antes marginados como el Bronx o Brooklyn) y se inspiró desde sus inicios en otros bailes urbanos como el Good Foot o el UpRock. Poco a poco incorporó otros pasos de baile creados en la Costa Oeste de los Estados Unidos y pertenecientes a modalidades de baile como Electric Boogaloo (relacionada con el popping).
En la actualidad podríamos decir que el b-boying reúne una serie de divertidos movimientos que combinan piruetas en el piso con posiciones congeladas, posturas robóticas, trabajos de pies, etcétera. Para realizar muchos de estos pasos de baile, el b-boy debe utilizar la agilidad, la fuerza y la flexibilidad.
Para mostrar sus dotes, los b-boys se ven las caras en una serie de batallas como la Red Bull BC One o la Battle of the Year.
A menudo oímos hablar del b-boying como break dance. Pese a su gran popularidad, conviene aclarar que el b-boying no es el único baile practicado en la cultura hip-hop: muchos aficionados al movimiento bailan otros estilos como el house.
Hablar de los 4 elementos del hip-hop implica explicar con detenimiento qué es el graffiti y qué lo diferencia, por ejemplo, del arte urbano. Se conoce como graffiti a la práctica de dibujar o pintar en paredes y espacios públicos con un aerosol o con un rotulador. Las piezas de graffiti suelen llevar pintado el nombre de un writer o de una crew, aunque el graffiti también puede contar con alguna pequeña imagen o un keko (muñeco).
Lo que motiva al writer a elaborar un graffiti, además de una mayor o menor intencionalidad artística, es la posibilidad de darse a conocer haciendo que su nombre o firma aparezca pintada en distintos lugares: una fachada, un vagón de metro, etcétera. Aunque se dice que en el graffiti es mucho más importante dar visibilidad a un nombre que escribirlo de manera bonita, lo cierto es que los writers han dado forma a diferentes estilos que permiten que hoy podamos encontrarnos con graffitis bastante distintos en cuanto a diseño: están el graffiti wildstyle, el block letters, el bubble letters…
A pesar de que muchos graffitis se realizan sin permiso, algunas instituciones ceden espacios para que los writers den color a los muros de una determinada zona haciendo un buen uso del spray.
Todos los grafiteros siguen las normas de un código particular que impide, por ejemplo, pintar encima de la obra de otro writer o copiar la pieza de un compañero.
