Conocemos por arte urbano a toda expresión artística que se desarrolla en la calle o que nace con un espíritu callejero. Las expresiones artísticas que conforman este arte urbano o street art son muy heterogéneas, cabiendo técnicas como el graffiti, los murales, el sticker art (arte con pegatinas), el póster o el stencil (plantilla). Algunos referentes del arte urbano como John Fekner, sin embargo, definen el street art como “todo el arte en la calle que no es graffiti”, por lo que a menudo se señala que, a partir del año 1990, el arte urbano pasó a ser un arte post-graffiti debido a que el mural ganó terreno al graffiti y comenzaron a priorizarse recursos como el estarcido, los posters o las pegatinas. En el siglo XXI, de hecho, es bastante habitual encontrarnos con obras urbanas en relieve, donde se utilizan también elementos como azulejos, papel higiénico o artículos reciclados como latas de refresco.
Además de combinar diferentes técnicas y materiales, el arte urbano cuida mucho también la ubicación de sus obras. La selección de esta localización interviene en el efecto visual y da un contexto (político, social…), así que los artistas se esmeran y escogen espacios en los que su obra tenga un sentido o genere el impacto deseado (concienciación, humor, etcétera).
Las primeras expresiones de arte urbano aparecieron en los barrios periféricos de las grandes ciudades. El arte callejero que comenzó a respirarse en París en la década de 1960, por ejemplo, sirvió como inspiración para creadores de otras grandes urbes. De hecho, el artista callejero parisino Blek Le Rat fue uno de los primeros en utilizar el estarcido o stencil ya en la década de 1980, tras aprender la técnica de ‘pochoir’ (plantilla) en la Escuela de Bellas Artes francesa. Su obra con stencil inspira aún hoy a grandes exponentes del arte urbano como Banksy o Shepard Fairey (OBEY).
Tal vez debido al uso que hacen del estarcido tantas figuras relevantes del street art, muchos estudiosos del arte urbano consideran que esta técnica es, a día de hoy, la que mejor lo representa y define. Pero si el estarcido es la técnica más importante del street art, no es solo por la gran cantidad de obras que se realizan con plantilla, sino porque el stencil también ha determinado el carácter reivindicativo y político del arte urbano.
Lo que nos cuenta la historia es que el uso de la plantilla o stencil nació precisamente con una finalidad propagandística (por ejemplo en la Italia de Mussolini), lo que motivó que las personas más activistas contraatacasen con sus propias plantillas para denunciar las injusticias que se vivían en los regímenes fascistas. El artista británico Banksy es uno de los principales herederos de esta práctica, ya que sus piezas realizadas con plantilla están cargadas de crítica social.
Pero antes de Banksy, el trabajo del artista callejero estadounidense Shepard Fairey (OBEY) en la década de 1990 fue fundamental para expandir el uso del stencil en el arte urbano post-graffiti. Con su campaña ‘Obey Giant’ (Obedece al Gigante), realizada a partir de plantillas, pegatinas y posters, Fairey motivó especialmente el uso del estarcido entre sus compañeros de afición. Esta campaña utilizó la imagen del luchador norteamericano André the Giant y pretendía analizar cuál era la reacción de la gente al recibir un anuncio o propaganda tan directa (“obedece al gigante”), llegando a provocar todo tipo de reflexiones y hasta frustración.
El spray se mantiene junto con la plantilla como la principal herramienta del arte urbano, especialmente para la realización de murales. En cambio, los graffitis se han apartado durante los últimos años del arte urbano: aunque algunos artistas consideran que el graffiti es la primera expresión del arte urbano, otros muchos creen que el graffiti debe excluirse del street art al no cumplir con su principal objetivo o finalidad. De este modo, podríamos diferenciar arte urbano y graffiti de la siguiente manera:
Pese a esta diferenciación, muchas personas consideran que tanto el graffiti como el arte urbano son contaminación visual, ya que alteran la estética y el orden de las ciudades. Algunos aficionados del street art culpan de esta apreciación al exceso de tags (firmas rápidas realizadas con spray) que ensucian muros y fachadas sin ninguna intención artística.
Además de Banksy o Shepard Fairey, el arte urbano puede presumir hoy de contar con interesantes artistas conocidos en muchos casos en todo el mundo. Entre los nombres más destacados del street art se encuentran los siguientes:
