La boquilla es el difusor utilizado en los botes de spray por el cual sale la pintura hacia el exterior, dependiendo del tamaño del difusor puede salir más pintura o menos pintura. Las boquillas más conocidas son skinny, fat cap y new york cap.
Al igual que otras muchas cosas en el graffiti el número de boquillas disponibles ha ido evolucionando aumentando los tipos de boquillas disponibles para pintar graffitis.
También es muy normal que la pintura termine obstruyendo el conducto de la boquilla por lo que impide que salga pintura hacia el exterior. Para mantener las boquillas limpias y usables durante el mayor tiempo posible, se puede dar la vuelta al bote de espray para que solo eche gas y deje de salir pintura de esta forma se consigue dejar la capsula limpia. También venden botes de disolvente especiales para la limpieza de las boquillas de espray aunque no es un elemento muy común entre los escritores de graffiti.
Para cubrir la mayor parte de superficie la boquilla más recomendada es la fat cap o también conocida como punto rosa. Esta boquilla permite sacar más pintura en menor tiempo porque su abertura es mayor.
En trabajos que se necesita mayor precisión con líneas más finas se utiliza la boquilla skinny. Esta boquilla para cubrir grandes superficies es más lenta que la fat cap.
En los comienzos del graffiti era muy común ver a escritores manipulando sus boquillas con agujas para conseguir unos trazos más grandes, ya que no existía tanta variedad de boquillas como en la actualidad.
En la actualidad existen sprays de alta y baja presión que combinados con esta amplitud de boquillas permiten a los escritores realizar trazos anchos o finos de forma más sencilla.
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