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A principios del nuevo milenio, el piercing en la ceja causó un auténtico furor, tanto entre hombres como entre mujeres. Aunque actualmente no tiene la fama de aquel entonces, sigue siendo uno de los piercings faciales favoritos. Una de las principales ventajas que ofrece es que admite un amplio abanico de joyas: aros, barras… ¡Un mundo de posibilidades! Se puede realizar tanto en la ceja izquierda como en la derecha, y generalmente se hace en la parte exterior del arco de la ceja.
El piercing en la ceja presenta una serie de beneficios que merece la pena conocer.
● Atractivo: se trata de uno de los piercings más estéticos que existen ya que potencia de forma notable la mirada. Se suele colocar de manera vertical en el extremo de la ceja, aunque hay otras modalidades.
● Dolor: es una de las perforaciones menos dolorosas de todas, además de una de las más seguras si la realiza un piercer con formación y experiencia.
● Cicatrización: el proceso de cicatrización también es bastante rápido en comparación con otros piercings, como por ejemplo el del pezón; tarda unas siete semanas aproximadamente.
Hay determinados piercings que tienen varios miles de años de historia, pero la perforación en la ceja tiene su origen en la década de los 80 del Siglo XX. Surgió a raíz del movimiento punk que se inició en Estados Unidos durante esa época. A medida que fueron pasando los años, el piercing en la ceja pasó a ser de consumo corriente, convirtiéndose en uno de los más demandados a principios del nuevo milenio.
Vamos a ver las diferentes perforaciones que existen.
● Anti-ceja: este es uno de los más extraños de todos ya que se localiza debajo del ojo, en la parte exterior; se adapta a la línea del párpado inferior. Se trata de un tipo de perforación muy estética, pero en algunos casos suele generar rechazo.
● Ceja vertical: es el más común de todos, y se ubica en la parte exterior de la ceja; la atraviesa de forma vertical. Si se mantiene un buen cuidado y se presta atención a que la ropa no roce la joya durante el proceso de cicatrización, no suele dar problemas.
● Ceja horizontal: su ubicación es exactamente la misma que la del piercing anterior, pero en este caso atraviesa la ceja de forma horizontal. A modo de joya, las más habituales son micro-banas y micro-barbells.
Si estás pensando hacerte un piercing en la ceja, seguro que ésta es una de las primeras preguntas que se te vienen a la mente. Pues bien, aunque la gran mayoría de las personas crea lo contrario, lo cierto es que este tipo de perforación es una de las menos dolorosas ya que en la ceja hay una gran masa de tejido blando.
En cuanto a la intensidad del dolor de un este piercing, es bastante similar a la de la perforación en el lóbulo de la oreja; simplemente sientes un pinchazo muy ligero, el cual no dura más de tres o cuatro segundos. Nada que ver con el dolor que causan otros piercings, como por ejemplo el de la lengua o el del pezón.
Aunque el piercing en la ceja generalmente no da ningún tipo de problema durante su cicatrización, hay que prestar atención a dos puntos. Por un lado, tratar de que al vestirse y desvestirse la ropa no roce la joya ni la perforación. Y, por otro lado, curar todos los días la herida siguiendo los pasos indicados por el piercer.
Generalmente, este tipo de piercing cicatriza en unas siete semanas. Durante los primeros meses tras la perforación no es recomendable cambiar la joya. Cuando pase un año, la joya se puede quitar, aunque sólo algunas horas para que la perforación no se vea afectada.
Resulta esencial que este tipo de perforación sea realizada por un profesional. Esto es muy importante en todo tipo de piercings, pero muy especialmente en el de la ceja ya que es una zona muy sensible y, además, muy cercana al ojo. Si este piercing se hace de forma artesanal, las probabilidades de infección o de causar una deformación de la ceja son muy altas.
