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A día de hoy, cada vez son más las mujeres y los hombres que apuestan por el piercing para decorar una determinada zona de su rostro o de su cuerpo. El piercing lleva existiendo desde hace varios miles de años; no obstante en la antigüedad tenía un significado muy diferente del que goza actualmente: en muchas sociedades era un símbolo de estatus, e incluso un emblema religioso.
Uno de los tipos de piercing que está más de moda actualmente es el del frenillo, también conocido como piercing smile; se realiza justo en el frenillo de la encía, tal y como su propio nombre indica, en el labio superior. Es una de las zonas más delicadas del cuerpo, por lo que este tipo de perforación requiere de unos cuidados extra.
La composición y tamaño del frenillo varían de forma notable de una persona a otra. Por lo tanto, si tienes en mente hacerte un piercing de este tipo, lo mejor es que revises el tuyo; comprueba si tiene el tamaño adecuado para la perforación y si se encuentra en buen estado.
Unos días antes de hacerte el piercing tienes que comenzar un proceso de preparación muy exhaustivo. Es esencial que te cepilles los dientes después de cada comida, y, además, utilices hilo dental y enjuague bucal. Es importante que en el momento de la perforación la boca esté lo más limpia posible; es la mejor manera de evitar una posible infección.
Otro tip también fundamental es el material de la joya. Lo mejor es que sea de acero quirúrgico porque es un material muy ligero y que además evita en gran medida el desarrollo de una posible infección.
Ahora vamos a contarte el procedimiento que siguen los piercer para hacer el piercing frenillo. Lo primero es utilizar un enjuague bucal sin alcohol para eliminar cualquier tipo de bacteria que pueda haber en la boca y que podría originar una infección.
Una vez la zona limpia, el piercer sujeta con una mano el labio superior y la otra la utiliza para realizar la perforación; lo hace con un catéter se sección 16G y posteriormente coloca una joya de 1,2 mm de diámetro.
Seguro que una de las preguntas que tienes en mente es si duele o no hacerte este piercing. Pues bien, a pesar de que el frenillo es una zona muy delicada, no es una de las perforaciones más dolorosas que existen; la sensación es muy similar a la de un pellizco en la encía. Quizá el momento más incómodo es el de la colocación de la joya, pero tampoco resulta molesto en exceso.
Tal y como hemos señalado, este tipo de piercing requiere de una serie de cuidados extra. Hay que tener en cuenta que la joya está en una zona en la que se puede descolgar con relativa facilidad.
Una vez realizada la perforación, durante los primeros días debes evitar tomar alcohol y fumar, así como tomar alimentos salados y picantes.
Un buen consejo es que lleves siempre contigo un cepillo y pasta de dientes; es importante que cuando comas algo, inmediatamente después te cepilles los dientes.
Para cuidar el piercing y evitar una posible infección, los primeros días debes realizar enjuagues bucales con un antiséptico con povidona yodada. Si los días posteriores a la perforación notas que la zona te duele y supura pus, lo más probable es que exista una infección; en este caso debes ponerte en contacto con tu médico.
El tiempo de cicatrización del piercing frenillo es de un mes aproximadamente; un periodo de tiempo bastante rápido.
Si tienes cuidado, el piercing frenillo no es un tipo de perforación que ocasiones demasiados problemas. Es importante que evites jugar con él con la lengua ya que hay un cierto riesgo de que el frenillo se rasgue; si esto sucede, no hay ningún tipo de consecuencia para la salud, pero la joya se caerá.
Además, con el paso del tiempo puedes notar que la joya se ladea; esto sucede porque el agujero se ha agrandado.
Esto es todo lo que debes saber si has decidido hacerte un piercing frenillo. Actualmente es una perforación que está muy de moda tanto entre hombres como entre mujeres. Y es que es un piercing que pasa totalmente desapercibido a simple vista; pero, cuando sonríes, ahí está.
