Block Letters

La firma con block letters es un tipo de graffiti fácil de identificar incluso para recién llegados o inexpertos. Se trata de palabras o nombres pintados con spray y compuestos por letras de gran tamaño y con rellenos nada complicados.

El grosor de las block letters, de hecho, hace muy obvio su objetivo: alcanzar la mayor visibilidad posible. De hecho, algunos llegan a comparar este tipo de letra con el utilizado en rótulos publicitarios.

Los graffiteros que eligen estas letras-bloque suelen firmar en puentes que atraviesan vías rápidas, túneles de tren o espacios no demasiado recargados donde poder acaparar parte de nuestra atención. Las primeras personas que se atrevieron a grabar su nombre en espacios públicos elegían lugares similares, haciendo suyos los vagones con mayor ocupación de ciudades como Nueva York. Estas firmas, aunque precursoras, no estuvieron acompañadas por ningún afán artístico.

De la firma al auténtico graffiti

Uno de los que rompió el hielo fue Taki 183 en 1960. Para algunos, sus firmas forman parte del inicio del graffiti; para otros, este chico que entonces trabajaba como mensajero simplemente disfrutaba grabando su nombre en la pared, como quien pule su marca personal.

Lo cierto es que a Taki le siguieron muchos otros como Bárbara 62 o Chew 127, que utilizaban el spray para dejar constancia de su nombre o apodo y el número de edificio en el que vivían. “Demasiadas pistas”, pensarán algunos.

Al principio, a las firmas les bastaba con ser legibles y estar a la vista (en grandes alturas, zonas transitadas, etc.). Después, estas adquirieron forma y color, apareciendo así las block letters junto a las letras pompa o los espontáneos throw up.

El graffiti se profesionalizó poco a poco y la competitividad entre los genios del spray creció. Hoy son muchos los que acompañan su firma con caricaturas o retratos, pero del número en el que viven… ni rastro.

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